TODO CABE DENTRO DE LO POSIBLE

Despacio, caminando sin hacer ruido tal como lo hiciera, un suspiro ahogado en el pecho de quien mas se ama, no se que tan silencioso pueda ser pero el suficiente para saber que ese es el camino.
La tristeza ahora forma parte de mis días, en la espera constante, que se transforma en una ansiedad eterna, nublando a ese cielo que día tras día llueve, las gotas sin piedad caen a golpe lento, pero directo, encharcando las calles, añadiéndoles peligro, sintiendo la forma de ese río que crece y no deja caminar, no deja ver mas , pues el agua, en combinación con las lágrimas que se escapan por mis ojos, en un complot, me impiden seguir el paso, tomando un camino incierto después de capturar esa ultima fotografía de tu cuerpo alejándose de mi una vez mas, a paso lento y forzado trato de llegar a mi destino, no queriendo, emprendo el vuelo, mis labios aun pronuncian tu nombre momentáneamente, solo dándose el tiempo de ser humedecidos por el deseo.
Pasan los días, pasa mi vida, pasan las horas jugando con mi tiempo, como un pelota de ping pong, con mis anhelos en la mesa de apuestas, con la ruleta dándome la fortuna de no saber nada mas que lo que pueda intuir…
En realidad no se nada, solo lo que siento al ser tocada por una ráfaga de sueños, de ilusiones caídas, lastimadas por el mismo espacio que existe, por esa bendita distancia, que a su vez es necesaria, y hay un trabajo por hacer…sanar…sanar todo lo que a tiempo pueda ser aliviado.
Me aferro día a día a las mil sensaciones provocadas por el ultimo beso, el ultimo abrazo, los convierto en golpes de alguna tecla de piano, emitiendo sonidos incoherentes, el desespero se va apoderando de mi sin piedad alguna, perdiendo toda capacidad de raciocinio, no quiero voltear atrás y ver lo que era antes de ti, no quiero mirar hacia enfrente y ver lo que vendrá, no quiero estar parada, aquí, justo en este instante, mutilando mis deseos mas profundos que me llevan a combatir, lo bueno que en mi cuerpo pueda haber.
Empiezo a delirar ante tu ausencia, a soñar con lo intangible en esos segundos de insomnio total, moviendo mis manos, queriendo alcanzar ese holograma de ti y tocar cada parte ya recorrida y lo desconocido encontrarlo, te esfumas al minuto siguiente, entro en la realidad sonante en mi cabeza, me vacio en segundos de esa adrenalina y me fumo un aire de desilusión al saber que no fue real.
Y vuelve a amanecer…
El sol con sus penetrantes e invisibles rayos invaden mi cuarto un vez mas…
Un simple movimiento. Me pongo boca abajo decidiendo todo…entre sabanas que uso como aliadas para no dejar al descubierto mis esperanzas rotas.
Mis ojos no quieren abrirse, llevados por la pregunta constante de la mente : Para que? O porque? Abrir los ojos significa ver una realidad que no quiero ver si no es atravez de tus ojos, significa empezar la lucha del diario vivir…sin ti.
La paciencia convertida en impotencia, se alimenta de mi poco a poco y no quiere dejar nada para un posible futuro. Trato de evadirla con promesas que aun no se bien como llevar a su destino final sin antes ser saboteadas.
Decido no abrir los ojos, no este día, no para mirar lo mismo que me hace reafirmar que no estas, hoy no los abro, así me quedo, no es cobardía, simplemente es el deseo fiel, es invocar tu presencia, son las ganas de que algún día al abrirlos de nuevo… el latido en tu piel de mi corazón, se haga presente…al igual que tu.